La maternidad con Humor
Cuando eres mamá, a veces, sólo a veces, piensas si podrás sobrevivir a esas noches interminables en las que a tu bebé le da por llorar y no sabes qué hacer ¿tendrá frío, hambre, dolor? ¿le molestará la ropa o tendrá el pañal sucio, otra vez?… y le tapas, le destapas, le das de comer (o lo intentas), le miras cada milímetro de su adorable cuerpecito por si tiene un roce o algo que le moleste, le cambias el pañal… andas con él, para arriba y para abajo, le meces en la cuna, le coges en brazos, le acuestas a tu lado, le pones el chupete, le quitas el chupete… y… sigue llorando como si no hubiera un mañana.
¡¡¡¡Madre mía de mi vida, para morir de agotamiento mental y físico!!!
😭😭😭
Y cuando él se duerme… es cuando quién llora eres tú… de desesperación… de cansancio… y crees que eres una madre super desastrosa. Pero no es cierto, nos pasa a todas queridas mías, no desesperéis, es una fase o dos o tres, pero pasan y al final, pasan también los meses y los años y se hacen mayores y se emparejan… y tienen bebés (¡¡nietos!!) y … ¡¡volvemos a empezar!!
🤣🤣🤣